Desafortunadamente sigue siendo habitual en nuestra sociedad que algunos tutores compren un cachorro de forma impulsiva sin argumentos y sobre todo, sin conocimiento e investigación previa. En muchas ocasiones pasado algún tiempo y de forma irresponsable deciden abandonarlo o dejarlo en una protectora de animales cuando se dan cuenta de que convivir con él implica un compromiso importante que puede superar los 10 años, en términos de dedicación, paciencia y reestructuración de la rutina o estilo de vida adquirido.